
¿Espacios compartidos?
A la definición que ofrece la RAE, Wikipedia además le añade a este medio de locomoción o transporte los calificativos de sano, ecológico y sostenible. Dadas tales calificaciones, por el bien del Medio Ambiente, de la Biosfera, de la Humanidad y de la Tierra, no habrá de haber entonces ninguna objeción a que en las ciudades se articulen carriles bici que motiven, favorezcan y faciliten su uso. Y, cuanto más espacio se consiga articular al efecto, mucho mejor. A veces, sólo a veces, más es sólo y únicamente más. Y punto redondo. Pero, incluir en el mismo espacio la silla de ruedas, NO. ¿Eso a qué viene?
La imagen marca un espacio compartido. Echando mano del lenguaje, ¿qué debo entender entonces? ¿Que por arte de Birlibirloque la silla de ruedas se ha convertido en un medio de locomoción o transporte como la bicicleta o el patinete? Porque yo creo y solo creo que no.En igualdad de condiciones, ¿dónde se aparcarían las sillas de ruedas? Creo que no hay lugar al efecto para ellas en la ciudad.
Por abuso de la idea primigenia, se propone compartir espacio en las ciudades. Pero ni comparten ni jamás compartirán campo semántico. No tienen la misma categoría gramatical. Eso es imposible. Silla de ruedas es un sintagma nominal que incluye un complemento de nombre conformado por un sintagma preposicional mientras que, bicicleta o patinete son sustantivos como avión, tren, ferrocarril, camión, trasatlántico, barco, furgoneta, caballo, camioneta, camello, coche, canoa, autobús, y ascensor entre otros. Estos últimos, todos ellos sí que son medios de locomoción o de transporte. Silla de ruedas, no.
La silla de ruedas es un utensilio como lo son las gafas, el bastón, el audífono, las muletas, el rancho de los amigos, las plantillas, la tobillera, la prótesis, el implante, el metacarpiano o la muñequera, entre otros. El utensilio es un apéndice de la persona que lo utiliza. De la persona natural. De la persona física. Y, de la persona jurídica.
En este espacio que me ofrece mi ciudad, ¿cómo converso con la persona que me acompaña en el paseo vespertino si vamos ambas en silla de ruedas? ¿La que menos lesiones cervicales tenga va delante y la que más lesiones o dolor detrás? Si una persona en silla de ruedas y la que comparte el paseo con muletas, ¿cómo conversamos? ¿Cada una en su espacio? Y, ¿Cuál es el espacio que ha de compartir la persona con muletas?¿dentro o fuera del establecido para la persona en silla de ruedas? ¿Pero qué broma es esta?
Pienso que a lumbreras de la estética urbana les viene estupendo y saben aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid. Nos hacen creer que vivimos en una sociedad inclusivay quefavorece espacios integradores. Pero es mentira.
Mi silla de ruedas no es ni mi vehículo, ni mi medio para desplazarme. Mi silla de ruedas se integra y se incluye como apéndice en mi persona. En mi yo. No puedo acudir al médico sin ella, ni al banco, ni a comprar el pan, ni entrar en una Iglesia, ni acudir a los juzgados, ni cruzar un paso de peatones, ni subirme a un autobús, ni montarme en un ascensor, ni bajar la basura, ni tender la ropa, ni subirme a un taxi, ni cruzar un puente, ni sacar a mi perro, ni bailar, ni correr, ni pasear, ni dudar, … sin ella.
¿Acaso imaginas estaciones de tren con carriles bicis? ¿Acaso bancos? ¿Acaso hospitales? ¿Acaso ferreterías? ¿Acaso Despachos de Abogadas? ¿Acaso mercerías?¿Acaso talleres de diseño gráfico? ¿Acaso librerías? ¿Acaso autobuses? ¿Acaso perfumerías? ¿Acaso carnicerías? ¿Acaso camiserías? ¿Acaso interiores de Ayuntamientos? ¿Acaso interiores de Diputaciones Provinciales? ¿Acaso interiores de Delegaciones y Subdelegaciones? ¿Acaso Consejerías? ¿Acaso aduanas?¿Acaso oficinas del INEM?
A que no. Pues eso.

